La magia de Cazeneuve.
Aprender magia de los grandes maestros del mundo. Marius Cazeneuve el aventurero.
Una anécdota mágica muy particular nace en la piel de Marius Cazeneuve. En 1886 llega a Madagascar, a su capital Antananarivo, dominado por la dinastía de los Hova, en esa época de unos 50.000 habitantes. Le recibe el Presidente General de Francia. este, cansado de ser burlado por el gobierno del país, está tan enfadado que quiere marcharse de allí. Le explica la situación al mago:
La soberanía de Madagascar es Renabalo-Manjaka III. Es una simpática persona de 23 años amada por su pueblo, pero no tiene ningún poder, el poder lo ostenta su marido, un viejo carcamal que tiene su tutela. El viejo no tiene sangre real ni nada por el estilo, por lo que solo obstenta el titulo de Primer Ministro, pero hay un dato chocante en él. Este señor se había casado anteriormente con las dos últimas reinas de la isla, ahí lo dejo.
En esa época Inglaterra se oponía violentamente a Francia en una lucha por la influencia en ese territorio. El primer ministro estaba de parte de los ingleses.
La magia y el prestigio de Francia.
Cazeneuve llega para intentar restablecer el prestigio de Francia en la zona, dando representaciones mágicas. El piensa que podrá estar a la altura de su predecesor en esas tierras Robert Houdin, pero el presidente Francés se muestra escéptico.
Cazeneuve no se siente afligido por este ambiente e invita a toda la corte a presenciar su espectáculo de magia, en el que por encanto, saca una pizarra virgen de cualquier tipo de escritura, en la que hace aparecer estas palábras: “ Tu país será salvado, si tu solo aceptas como aliados a los representantes franceses”.
No oculta decir que estos milagros son productos de la ciencia Francesa. Después de esto el Primer Ministro se muestra muy afable junto a sus acompañantes y se nota que sus relaciones con el presidente Francés son mucho menos tensas.
El pequeño diablo.
Al día siguiente un terrible incendio azota la capital. Desde lo alto la Reina observa el panorama desolada, pero ve un hombre al que llama “el pequeño diablo”, con un hacha en la mano salvando a las personas atrapadas e intentando mitigar aquel terrible incendio, quien podía ser sino Marius Cazeneuve, que al día siguiente fue recibido con honores y galardonado con las medallas al valor y al mérito del país.
En un momento distendido Mario no duda en hacer magia a los allí presentes y al concluir les comenta que esto son obras de las matemáticas, la ciencia y de sus conocimientos en química y medicina, cosa que a la Reina le vale como excusa para que Marius sea su medico personal. El trataba una enfermedad que tenia la reina llamada “tedio por aguantar al primer ministro”, cosa que a parte de medicina le lleva a arreglar los desajustes amorosos de la Reina.
Aprender magia de los grandes maestros.
Pero como todos los juegos de magia son evanescentes, Marius Cazeneuve tuvo que volver a su hogar, llevándose un gran contrato para Francia.
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