Otro alumno nos da su opinión sobre las clases de magia.
¡Hola! Bienvenido de nuevo al blog de magia de The Magic Factory. Solemos entrevistar a los alumnos para que nos cuenten un poquito por qué se han metido en este mundo y que tal les va en las clases de magia en nuestra escuela.
¿Como te llamas y cuantos años tienes?
Me llamo Miguel Díaz, y tengo 40 añitos de nada.
Somos compañeros, no voy a disimular, ni hacer como si te acabase de conocer. Sé que esta escuela de magia no es tu primer contacto con la magia, y como me parece interesante que alguien con tus conocimientos acabe aquí, te pregunto ¿cuándo arrancaste en esto de la magia y por qué?
Llevo enamorado de la magia prácticamente desde que era niño. Ya con 9 años, cada vez que salía Juan Tamariz en la TV, que en aquella época era algo habitual, mi familia me avisaba siempre para verlo.
Con unos 12 años hice la colección de «El Mundo Mágico de Tamariz», que salía en los quioscos y recoger cada semana el nuevo fascículo, era el momento más feliz de la semana. Sin embargo, no fue hasta los 16, que en un campamento de verano conocí a un mago argentino, que ya tenía un cierto nivel y que me ayudó a dar mis primeros pasos de verdad en cosas más “avanzadas” de cartomagia (años después vi que aquello no era ni mucho menos “avanzado”).
Para mí la magia es la mayor de mis aficiones y de hecho la única que he conservado a lo largo de toda mi vida.
La magia es una habilidad que aprendes cuidadosamente para ser capaz de hacer sentir a las personas la ilusión de lo imposible, independientemente de su edad o nivel intelectual. Les haces sentir como si fueran niños de nuevo.
Esa definición la tenias preparada, a mí no me engañas jajaja. Me ha encantado, por cierto. Hay un momento de tu vida en el que ya te implicas un poco más y empiezas a conocer a mas magos y mas secretos. Entras en la SEI. ¿Que te lleva a dar ese paso?
Tenía varios amigos que ya pertenecían a la SEI, y al fin y al cabo es “la Sociedad Española de Ilusionismo”. Recuerdo perfectamente mi primera visita y ver a magos como Alfredo Florensa, Ramón Riobbo, Miguel Ángel Gea, Miguel Gómez, Armando Gómez, y un largo etcétera, allí sentados compartiendo su magia, y muchos aficionados escuchando atentamente cualquier detalle de los maestros.
Llevando unos tres años en la SEI, una noche en el congreso de Magialdia en Victoria, Manolo Talman, Javi Santos, Miguel Ajo y José Quesoyyo, Junta Directiva en aquel momento, nos propusieron presentarnos mi grupo de amigos en las siguientes elecciones.
Yo comenté: ¡Menuda locura! ¡Si no estamos a ese nivel mágico!
A lo que Manolo, presidente en aquel momento, me contestó: esto no va de magia, va de gestionar y de ponerle cariño.
Y así fué. Nos presentamos con el gran Carlos Vinuesa como Presidente, Pablo Poza, Alberto Gilbert, David Pacho, Fernando Figueras, Rober Sinté y yo, que hacía de Secretario. Siempre lo hicimos pensando en estar una única legislatura de dos años, y devolver a los socios, a base de esfuerzo, todo lo que habíamos recibido desde que llegamos a la SEI.
Hacía 20 años que mi yo niño veía a Juan Tamariz en la TV, y ahí me teníais años después, pasándole el recibo de la cuota de la sociedad al banco. Conste que en nuestra legislatura se hizo a Juan Socio de Honor, y nunca más tuvo que pagar dicha cuota. Es incalculable el valor de su aportación a la magia española, que menos, que tener ese detalle.
Si tuviera que mencionar lo mejor de aquella legislatura de 2 años: escribir el libro Recordando a Arturo (80% obra de Carlos Vinuesa), un cambio de sede necesario, obra de 5 dígitos incluida, dos Memoriales Ascanio con unos carteles que te caías de espalda, pero sobre todo un repescado Memorial Frakson, que hacía bastantes años que no se celebraba, y que hicimos en 2010 para 600 personas, y cuyo presentador, no podía ser otro, el que ahora es mi maestro pero sobretodo amigo, Alberto de Figueiredo.
Después de todo ese bagaje mágico ¿como te da por empezar de cero y apuntarte a una escuela de magia?
Tras el nacimiento de mis dos hijas, estuve unos años dónde la magia no fue exactamente mi prioridad.
Cuando llego el momento adecuado, quise retomar todo, y hacer algo que me permitiera volver, pero con un buen impulso.
Conocía a Alberto desde hacía años y de siempre me ha enamorado su forma de ver la magia, su practicidad, creatividad, y sobretodo generosidad. La idea de ir a la escuela de magia de Alberto entro en mi mente para no salir. Le llame y le dije: Alberto, vuelvo a poner foco en la magia, y quiero ir a tu escuela, pero solo podría los miércoles a las 20.00 y veo que el nivel es avanzado. ¿Estaré al nivel? Y me contesto algo así como “vete a tomar…”.
A mí me hacía ilusión, Alberto me transmitió que le hacía ilusión que mi vuelta fuera allí con el, y aquí estamos desde hace ya 3 años.
No considero que haya partido de cero, pero mi aprendizaje inicial en la magia fue de mucho vídeo y poco libro, y en la escuela he tenido oportunidad de cubrir los gaps que tenía en lo que pensaba ya saber, y aprender muchísimas más cosas que sin duda, no sabia.
Si te tomas en serio la magia debes ir a clases de magia, esa lección se la puedo dar a todo el que lea esto. Y es importante elegir bien quién será tu maestro, y es lo que debe hacerte elegir una escuela u otra. En mi caso, he elegido la que considero la mejor escuela de magia de España, y al que considero el mejor maestro.
Ya que hablas de tu clase, a la que vamos juntos ¿Que te parece? A compañeros y ambiente me refiero.
De quién aprendes es importante, pero con quien aprendes también lo es. Las clases de magia son dos horas a la semana con un grupo, semana tras semana, y tienes que estar a gusto.
En mi caso he tenido mucha suerte porque he caído en un grupo muy bueno. Solo diré, que dado que me uní a un nivel donde los alumnos ya llevaban 3 o 4 años en la escuela, temía no ser de la piña tan fácilmente, y no fue así, el recibimiento y química con ellos no pudo ser mejor.
Debo decir, que tanto en Magialdia como en las galas que hemos hecho, he podido tener contacto con gente de otras clases de magia, y lo de que la gente es maja, no es exclusivo de mi clase.
Es bonito estar aprendiendo algo que tanto amo, rodeado de gente de edades y circunstancias tan distintas, pero todos unidos por dos cosas: la magia y pasarlo bien.
Es fundamental. Muchas gracias, Miguel. Para terminar. ¿Qué le dirías a alguien que esté dudando en venir a aprender magia a nuestra escuela?
Le diría que, si quiere entrar en este maravilloso mundo de la magia, asegurándose de dar los pasos en el orden correcto, descubriendo y apreciando semana a semana lo apasionante que es nuestro arte, que no le quepa duda, es en esta escuela de magia donde debe estar.
¡Nos vemos, en este caso, en clase! ¡Gracias de nuevo!
¡Gracias a vosotros! ¡Y a ti crack!